domingo, 18 de agosto de 2024

LA HIJA DEL PERSONAJE Y LA MUJER CON FLUJOS. LA SITUACIÓN DE ISRAEL.

MATEO 9,18-26

918 Mientras Jesús les hablaba de esto se presentó un personaje que se puso a suplicarle diciendo:
                   - Mi hija acaba de morir; pero ven tú, aplícale tu mano y vivirá.
                   19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
                   20 En esto una mujer que sufría de flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto,
21 pensando: "Con sólo tocarle el manto, me salvaré".
                   22 Jesús se volvió, y al verla le dijo:
                   -¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado.
                   Y desde aquel momento quedó curada la mujer.
                   23 Jesús llegó a casa del personaje y al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
                   24 - ¡Fuera, que la muchacha no ha muerto, está durmiendo!
                   Ellos se reían de él. 
                   25 Cuando echaron a la gente, entró Jesús, cogió a la muchacha de la mano y ella se levantó.
                   26 La noticia del hecho se divulgó por toda aquella comarca.

EXPLICACIÓN: https://evangeliodemateojuanmateos.blogspot.com/search/label/Evangelio%20de%20Mateo.%20La%20hija%20del%20personaje%20y%20la%20mujer%20con%20flujos.%20La%20situaci%C3%B3n%20de%20Israel.%209

LUCAS 8,40-56

840 Al regresar Jesús la multitud le dio la bienvenida, pues todos estaban aguardándolo.
41 En esto llegó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y se echó a los pies de Jesús suplicándole que fuera a su casa,
42 porque tenía una hija única, de doce años, y se estaba muriendo.
Mientras iba de camino, las multitudes lo asfixiaban.
43 Una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años y que había malgastado toda su fortuna en médicos sin que ninguno pudiera curarla,
44 se acercó y le tocó por detrás el borde del manto; en el acto se le cortaron los flujos.
45 Jesús preguntó:
- ¿Quién me ha tocado?
Mientras todos decían que ellos no, le repuso Pedro:
- ¡Jefe, si las multitudes te aprietan y te estrujan!
46 Pero Jesús dijo:
- Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza salía de mí.
47 Viendo la mujer que no había pasado inadvertida, se acercó temblorosa, se postró ante él y explicó delante de todo el pueblo por qué motivo lo había tocado y cómo se había curado en el acto.
48 Él le dijo:
- Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.
49 Aún estaba hablando, cuando llegó uno de casa del jefe de sinagoga a decirle:
- Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
50 Pero Jesús lo oyó y le repuso:
- No temas; basta que tengas fe y se salvará.
51 Al llegar a la casa, no dejó entrar con él más que a Pedro, a Juan y a Santiago, el padre y la madre de la niña.
52 Todos lloraban y hacían duelo por ella. Pero él dijo:
- No lloréis, que no ha muerto; está durmiendo.
53 Todos se reían de él, sabiendo que había muerto.
54 Pero él la cogió de la mano y la llamó diciendo:
- Niña, levántate.
55 Le volvió el aliento y se puso en pie al instante: él mandó que le dieran de comer.
56 Sus padres se quedaron atónitos, pero Jesús les ordenó que no dijeran a nadie lo sucedido.

EXPLICACIÓN: http://evangeliodelucasjuanmateos.blogspot.com/search/label/Evangelio%20de%20Lucas.%20Jes%C3%BAs%20e%20Israel.%20La%20hija%20de%20Jairo%20y%20la%20mujer%20con%20flujos.%20Lc%208

MARCOS 5,21-43

521Cuando Jesús atravesó de nuevo al otro lado, gran multitud de gente se congregó adonde estaba él, y él se quedó junto al mar.
22Llegó un jefe de sinagoga, de nombre Jairo, y al verlo cayó a sus pies, 23rogándole con insistencia:
-Mi hijita está en las últimas; ven a aplicarle las manos para que se salve y viva.
24aJesús se fue con él.
La mujer con flujos: El Israel marginado (Mt 9,20-22; Lc 8,42b-48)
24bLo seguía gran multitud de gente, apretujándolo.
25Una mujer que llevaba doce años con un flujo de sangre, 26que había sufrido mucho por obra de muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía sin aprovecharle nada, sino más bien poniéndose peor, 27como había oído hablar de Jesús, acercándose entre la multitud, le tocó por detrás el manto. 28Porque ella se decía: «Si le toco aunque sea la ropa, me salvaré». 29Inmediatamente se secó la fuente de su hemorragia, y notó en su cuerpo que estaba curada de aquel tormento.        
30Jesús, dándose cuenta interiormente de la fuerza que había salido de él, se volvió inmediatamente entre la multitud preguntando:
-¿Quién me ha tocado la ropa?
31Los discípulos le contestaron:
-Estás viendo que la multitud te apretuja ¿y sales preguntando «quién me ha tocado»?
32El miraba a su alrededor para distinguir a la que había sido. 33La mujer, asustada y temblorosa, consciente de lo que le había ocurrido, se acercó, se postró ante él y le confesó toda la verdad. 34Elle dijo:
-Hija, tu fe te ha salvado. Márchate en paz y sigue sana de tu tormento.
Nueva vida para la hija de Jairo/Israel  (Mt 9,23-26; Lc 8,49-56)
35 Aún estaba hablando cuando llegaron de casa del jefe de sinagoga para decirle:
-Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?
36pero Jesús, sin hacer caso del mensaje que transmitían, le dijo al jefe de sinagoga:
-No temas; ten fe y basta.
37No dejó que lo acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. 38Llegaron a la casa del jefe de sinagoga y contempló el alboroto de los que lloraban gritando sin parar. 39Luego entró y les dijo:
-¿Qué alboroto y qué lloros son éstos? La chiquilla no ha muerto, está durmiendo.
40Ellos se reían de él.
Pero él, después de echarlos fuera a todos, se llevó consigo al padre de la chiquilla, a la madre y a los que habían ido con él y fue a donde estaba la chiquilla.
4ICogió a la chiquilla de la mano y le dijo:
-Talitha, qum (que significa: «Muchacha, a ti te digo, levántate»).
42Inmediatamente se puso en pie la muchacha y echó a andar (tenía doce años). Se quedaron viendo visiones.
43Les advirtió con insistencia que nadie se enterase y encargó que se le diera de comer.

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